De un empujón me siento en mitad del escenario.
El miedo se convierte en actor y en espectador. En un sudor frío que me recorre todo el cuerpo dibujando sobre mi piel la rosa de los vientos. De Norte a Sur, de Este a Oeste me estremezco en su abrazo. De la cabeza a los pies y de izquierda a derecha.
Hoy me venzo sobre este cuaderno en blanco y me presento muda de vergüenza y sin saber aún qué decir. "Mañana" o "Tal vez". Es cierto, podría ser suficiente con escribir una tímida letra. Una "eme" o una minúscula "a". "Mañana" bastaría. Un susurro inaudible que cálido soplase la vela del deseo en la tarta.
El miedo se convierte en actor y en espectador. En un sudor frío que me recorre todo el cuerpo dibujando sobre mi piel la rosa de los vientos. De Norte a Sur, de Este a Oeste me estremezco en su abrazo. De la cabeza a los pies y de izquierda a derecha.
Hoy me venzo sobre este cuaderno en blanco y me presento muda de vergüenza y sin saber aún qué decir. "Mañana" o "Tal vez". Es cierto, podría ser suficiente con escribir una tímida letra. Una "eme" o una minúscula "a". "Mañana" bastaría. Un susurro inaudible que cálido soplase la vela del deseo en la tarta.
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