"No intento recordar las cosas que ocurren en los libros, lo único que le pido a un libro es que me inspire energía y valor, que me diga que hay más vida de la que puedo abarcar, que me recuerde la urgencia de actuar."
Réjean Ducharme.
”L'Avalée des avalés”.
Sospechaba la existencia de otros paisajes más bellos. Tan distintos a su mundo que allí cualquier sonido, caída de hoja, rojo en un pico o curva de cascada en la línea del horizonte, supondría una conmoción total y la inmovilización de los sentidos. Enraizarse en aquel lugar hasta desaparecer.
Sospechaba un planeta inabarcable. Y sabía que no existían suficientes libros en su biblioteca como para poder recorrerlo todo en una sola vida. Ni tan siquiera comenzar a sobrevolarlo en el sueño de una cabezadita.
Esa misma tarde cayó en sus manos una postal publicitaria. La idea de que nunca llegaría a oler el viento perfumado de lavanda y rosas planeando sobre Grasse, hizo que secretamente germinara en ella la mayor de las tristezas. Sospechaba, entonces, que aquella querencia la alejaba. Y sin salir de su casa, como era predecible, desapareció.
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